jueves, 10 de febrero de 2011

LA EDUCACIÓN EN REPÚBLICA DOMINICANA

LA EDUCACIÓN EN REPÚBLICA DOMINICANA
Por: Sixto Bussi.

INTRODUCCIÓN

La educación se define como el proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar.  Se produce, no sólo a través de la palabra, sino que  está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes.  La terminología  educación proviene del latín educere, que significa “guiar, conducir" o educare,  que es igual a “formar, instruir".

Conforme a la definición anterior, la educación constituye la base imprescindible en todo proceso de desarrollo social, económico y político, sea colectivo o individual; así como para la consecución del entendimiento entre las naciones y la paz ciudadana.

LA EDUCACIÓN DOMINICANA

Haciendo uso de la objetividad, debo decir que a partir de la puesta en marcha del plan decenal en el año 1992, la educación dominicana ha experimentado ligeras mejorías. Justo es citar las transformaciones de leyes al respecto, la entrega de libros, mochilas, uniformes y desayuno o merienda escolar a estudiantes.

Ha habido un esfuerzo para tratar de mejorar la preparación académica de maestros y maestras.  Se ha avanzado en infraestructura con la construcción, reconstrucción y ampliación de planteles escolares.

Sin embargo, puedo afirmar sin temor a equívocos, que la mejoría fundamental ha sido en el orden de la cobertura, pero que en el aspecto de la calidad es muy poco lo que se puede exhibir como logro, porque para hablar de un avance real, es necesario aumentar la inversión en educación.

En septiembre del año 2000, 87 países que pertenecen a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se comprometieron a que en sus respectivos territorios se lograría el cumplimiento de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, a más tardar en el año 2015.

El segundo de estos objetivos es: “lograr la enseñanza primaria universal”, cuya meta número dos reza: “Velar para que todos los niños y niñas puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria”.  Tristemente, República Dominicana no ha podido alcanzar este propósito.

El 21 de septiembre del año 2010,  el Presidente Leonel Fernández, en una disertación ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, declaró que nuestro país no podrá cumplir con estos objetivos.  EL Presidente Fernández justificó el incumplimiento en factores externos a su gestión, como: la crisis financiera del 2003 y la crisis financiera global, fundamentalmente. 

Con esta justificación, parece que el primer mandatario dominicano olvidó que en el año 2008 dijo en Nueva York, refiriéndose a la crisis financiera internacional, que lo peor había pasado y que la economía dominicana estaba blindada.

LA VERDADERA RAZÓN

Más que a los factores externos a su administración citados por el Presidente Fernández, entiendo que las razones del poco avance en educación y otras áreas, se deben, entre otros, a la falta de voluntad política y planificación para priorizar la inversión en base a consensos con la sociedad.

Igualmente, al destino de  miles de millones de dólares en obras no prioritarias como las dos líneas del Metro; al derroche de recursos del Estado en campañas electorales, a la corrupción administrativa y al aumento de la nómina del Estado; así como al clientelismo, a la falta de calidad en el gasto público y, en fin, a la falta de institucionalidad.

LO QUE ESTABLECE LA LEY

La Ley General de Educación de República Dominicana (66-97), aprobada, promulgada y declarada como un triunfo propio en su momento por el Presidente Leonel Fernández, el mismo que hoy se rehúsa a cumplirla, establece en su artículo 197 que el Gobierno debe destinar el 16% de su presupuesto o el 4% del PIB de la Nación a la Educación.  Sin embargo, ninguno de los gobiernos posteriores la ha cumplido. 

Es oportuno recordar que, por mandato constitucional, al tomar posesión ante la Asamblea Nacional, el Presidente Leonel Antonio Fernández Reyna juró de la manera siguiente: "Juro por Dios, por la Patria y por mi honor, cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes de la República, sostener y defender su independencia, respetar sus derechos y llenar fielmente los deberes de mi cargo".

Ante este bochornoso mal ejemplo del señor Presidente, la sociedad dominicana, consciente del rol que debe jugar la educación en el proceso de desarrollo nacional, se levantó y enarboló el reclamo más justo, original y pacífico de nuestra historia: “la movilización amarilla por el 4% del PIB para una educación digna”.

RESPUESTA DEL GOBIERNO A ESTE RECLAMO

El Presidente Leonel Fernández, en una exposición ante la Asociación de Industriales de la Región Norte, calificó el tema del 4% como “Un falso debate”.  Además, introdujo un proyecto de modificación a la Ley de Presupuesto y Gastos Públicos del año 2011, que en su artículo 55 indica: “se establece, con carácter transitorio para el ejercicio fiscal del 2011, un monto de gasto en educación inferior al que dispone la Ley de Educación, del 9 de abril 1997”, derogando así, de manera provisional la Ley 66-97.


SIN LA INVERSIÓN ADECUADA EN EDUCACIÓN,
NO ALCANZAREMOS UNA EDUCACIÓN 1000X1000.
ASÍ… NO E’ PA’ LANTE QUE VAMOS.

10 de febrero, 2011.
                                                                                                                       

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