sábado, 12 de febrero de 2011

“LAS MULETILLAS”
Por: Sixto Bussi

Las muletillas son palabras, frases o ademanes que frecuentemente se repiten, llegando al extremo de no poder expresarse sin el uso de éstos. Las muletillas, también son conocidas como coletillas, latiguillos; bordones, bordoncillos o ripios.

Éstas no están dirigidas específicamente al oyente o televidente, ya que al no tener contenido informativo directo, el escucha o espectador sólo percibe que el interlocutor no tiene claro lo que quiere decir y que necesita apoyarse en frases, palabras o gestos sin sentido, en espera de la reconexión con el tema objeto de su exposición.

¿CÓMO ACTUAR PARA CORREGIRLAS?

Si bien se reconoce como fundamental la toma de conciencia por parte del orador, ésta no es suficiente para solucionar el problema. Una persona puede saber perfectamente que posee el vicio de fumar y que eso perjudica su salud; sin embargo, es capaz de seguir fumando.

Para eliminar o controlar las muletillas, debemos conocer y utilizar técnicas y estrategias estudiadas durante décadas y puestas en práctica por un gran número de personas.  Las siguientes, son recomendaciones oportunas.

ENRIQUECER EL VOCABULARIO

Debido a que las muletillas  se producen por una especie de tranque que genera baches y huecos en la fluidez del lenguaje, la solución más profunda y que ataca las causas del vicio, es aumentar el vocabulario que se utiliza en el lenguaje coloquial, para lo cual debemos:

CULTIVAR EL HÁBITO DE LECTURA

La lectura siempre es conveniente, pues ésta no sólo proporciona información (instrucción) sino que forma (educa) creando hábitos de reflexión, análisis, esfuerzo y concentración. 

Una persona con hábito de lectura adquiere autonomía cognitiva, es decir, está preparada para aprender por sí misma; acontecimiento vital en estos tiempos de competitividad y cambios acelerados, donde la información se desactualiza con una velocidad asombrosa, producto de los avances tecnológicos.

La lectura nos aporta una amplia gama de herramientas imprescindibles para nuestro desarrollo: mejora la expresión oral y escrita, hace que el lenguaje sea más fluido,  aumenta el vocabulario y mejora la redacción y ortografía.
Asimismo, fortalece las relaciones humanas, enriqueciendo los contactos personales y facilitando el desarrollo de habilidades sociales al mejorar la comunicación y la comprensión de otras mentalidades.  Además, nos proporciona capacidad para pensar y exponer el pensamiento propio, entre otros.

SEGUIMIENTO A ORADORES DESTACADOS

Además de leer, debemos escuchar atentamente a buenos oradores y tratar de afinar la fijación  en los recursos retóricos y en el vocabulario que ellos utilizan. También es positivo asumir un rol crítico, buscando identificar errores, vicios, muletillas y defectos en sus disertaciones.

USO DE LAS PAUSAS

Cuando en medio de una alocución el orador no encuentra la palabra adecuada para continuar, es preferible hacer una pausa inducida de algunos segundos, en lugar de acudir a muletillas. Las pausas constituyen un elemento interesante durante una presentación. No sólo para sustituir una muletilla, sino además porque producen un cierto suspenso y expectativa en lo que sigue.

12 de febrero, 2011.




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