martes, 15 de marzo de 2011

LA ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL: ENFOQUE, LÍDERES Y TIEMPO LIBRE

Por: Sixto Bussi
La animación sociocultural, según la define Sara de Miguel, profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, en su libro Perfil del Animador Sociocultural”, es un método de intervención con acciones de práctica social dirigidas a animar, dar vida, poner en relación a los individuos y a la sociedad en general, con una adecuada tecnología y mediante la utilización de instrumentos que potencien el esfuerzo y la participación social y cultural.
Otros autores como Ander-Egg y E. Barrado, sostienen que  este método es promotor de valores como el pluralismo, la concienciación, la libertad, la democracia y la participación.

Partiendo de las afirmaciones de estos autores, puedo llegar a la conclusión de que en todo caso, la animación sociocultural es la acción de dinamizar, vitalizar y promover la autoconstrucción personal, grupal y comunitaria. Debe ser un proceso motivador y acompañador, en cuya conducción juega un rol fundamental el líder de tiempo libre.

DISTINTOS TIPOS DE LÍDERES

El líder educador: es capaz de entender el tiempo libre como un espacio privilegiado de comunicación y acercamiento. Debe valorarlo como una posibilidad de desarrollo humano y transmisión de valores.

EL líder educador con el ejemplo: es el que se involucra de forma responsable, coherente y transparente en los procesos. No es tan importante que sea un gran técnico o transmisor de acciones que consigan efectos automáticos, sino que lo indispensable es su propia identidad, su ser, su manera de vivir.

Es necesario que aporte al grupo su ser y su hacer. Su ser supone vivir de acuerdo con unos ideales, exige fidelidad a unos compromisos concretos consigo mismo y con el grupo.

No educa sólo por lo que dice, sino por lo que es y hace, por medio de la persona y de sus actitudes básicas. Él obra en nombre de su ser, ofreciendo una presentación de valores con la identificación y el acercamiento de las palabras, gestos y el servicio.

El líder desde su autoconocimiento: es necesario partir del conocimiento de uno mismo, de las propias posibilidades y limitaciones. No puede ser un extraño para sí mismo y debe mostrarse como una caja abierta donde acoge a los demás. Debe aceptar sus propios errores y su incapacidad para responder a todas las preguntas. Sólo así podrá, de forma sucesiva, aceptar a los demás.

El líder en la construcción de una sociedad y seres humanos nuevos: proyecta su enfoque y accionar hacia un ideal de hombre y mujer que signifique un horizonte de exigencia, crecimiento y maduración personal.

El líder en el tiempo libre: se presenta como un modelo y proyecta una imagen de comportamiento y de manera de actuar que no es neutra. Es un mediador entre el educando y el modelo ideal de hombre y mujer que se construye, fomentando procesos liberadores en la historia de cada uno.

El líder de tiempo libre no es un fin en sí mismo, sino un medio para llevar adelante unas opciones personales. Ha encontrado el sentido de la vida en su forma de pensar y de sentir.

POR QUÉ SER LÍDER DE TIEMPO LIBRE?

Porque el líder ha descubierto que su papel en la historia no es ser un sujeto pasivo, sino un agente activo y comprometido con la realidad y, en consecuencia, desea contribuir con la transformación de los asuntos que conoce, acepta y comprende.

Además, concibe la educación del tiempo libre como un medio para construir un hombre y una mujer íntegros, conscientes de que vale la pena comprender la vida desde la libertad, por lo que convierten su tiempo libre en un espacio liberador para ellos  y los demás.

Es una persona dispuesta a poner sus cualidades al servicio de otros, especialmente, de aquellos que más lo necesiten.  Igualmente,  quiere crecer como persona haciendo de su vida una respuesta a esa llamada optimista que le invita a convertirse en un ser humano pleno.

PERFIL DEL LÍDER DE TIEMPO LIBRE

1.- Autenticidad.  Es la autoridad de la persona sobre sí misma y ante sus gustos e iniciativas para proponerse y alcanzar metas, sin perder su carácter estable y sinceridad a toda prueba, lo que le hace tener coherencia de vida.

Además, implica ser uno mismo en cada situación.  Es una respuesta inmediata, directa e inteligente, que se produce desde lo más profundo de nuestro ser.

2.- Apertura a los demás, estima, acogida, acercamiento. Se muestra como un amigo en quien se puede confiar. No presiona a nadie y se interesa por las personas.

3.- Responsabilidad ante su compromiso y ante los objetivos y las normas de su actuación concreta.  Sabe aceptar las consecuencias de sus actos.  Cuando algo le falla, no busca la culpa en otros, pero si se obtiene éxito, no se lo atribuye a sí mismo, sino que lo asume como un logro del equipo.

4.- Creatividad, imaginación, originalidad. Se adapta a las circunstancias y a las necesidades del grupo y de las personas en cada momento. Va cambiando las actividades y los recursos pedagógicos que utiliza, conforme las circunstancias.

5.- Optimismo, alegría, ilusión. Es una persona positiva que busca comprender la vida desde sus aspectos positivos. Es capaz de descubrir las potencialidades escondidas en los demás. Es dinámico, tiene sueños e ilusiones de futuro, que son esperanza y horizonte. Ayuda a construir habilidades y despierta las posibilidades que cada uno tiene como predisposiciones.

6.- Disponibilidad, entrega, servicio. Sabe que el protagonista de la acción educativa es el educando y que todas las acciones deben orientarse según sus características y necesidades. Interviene desde la humildad.  Tiene capacidad para el trabajo y es constante en su actuación para que ésta sea significativa.

7.- Dinamismo y decisión. Muestra interés por las personas desde una posición dinámica que mueve y motiva. Es capaz de tomar decisiones y tener criterios claros de priorización.

8.- Realismo y espíritu crítico. Analiza la realidad que le envuelve y es capaz de preocuparse y acercarse a los problemas que detecta. Desde la objetividad se une a otras personas para buscar soluciones.

9.- Comprensión, sensibilidad, empatía. Se pone del lado del otro para ver las cosas desde su ángulo porque tiene el deseo profundo de comprender mejor.

10.- Comunicación y expresión. Es capaz de transmitir aquello que sabe y siente, haciéndolo de forma pedagógica y didáctica para llegar a los educandos de manera natural, a fin de despertar interés en ellos.

11.- Permisividad. Es permisivo, aunque tiene autoridad moral que nace del contacto y del acercamiento, que es innata e interior en la persona, pero suficiente para lograr el orden y el cumplimiento de las normas institucionales, los planes de trabajo y los acuerdos, encaminados a obtener resultados positivos.

12.- Capacidad organizativa y de trabajo en equipo.  Es consciente de lo importante que es planificar y programar las actividades para que éstas se llenen de sentido y respondan a unos objetivos concretos que parten de las necesidades de los educandos y de la visión estratégica institucional. Comprende que su tarea de líder debe llevarse a cabo junto a un equipo de educadores.

13.- Justicia. Considera a todas las personas iguales, con las mismas oportunidades.  Sabe Elegir el lugar desde donde mejor puede intervenir. No tiene prejuicios ni preferencias. Se muestra tolerante ante la diversidad de caracteres, valores, actitudes y maneras personales de pensar y actuar.

RASGOS NEGATIVOS QUE DEBEN EVITARSE
1.- Falta de identidad personal. No tiene decisión, opinión ni firmeza propias.  No asume como suyo el conjunto de valores, tradiciones, costumbres, símbolos y creencias que la sociedad misma le ha aportado.

2.- Inhibición ante los problemas.  Se esconde ante las situaciones problemáticas que se desarrollan a su alrededor.

3.- Dependencia de los demás. No es aconsejable ser la sombra de nadie, ni esperar que los demás tomen decisiones por uno mismo. Tampoco depender de las actividades que se conocen y evitar el cambio y la innovación por miedo a no tener respuestas a cuestiones que surjan en el proceso.

4.- Pesimismo, antipatía y mal genio. No se debe ceder ante el fatalismo de pensar que los problemas no tienen solución. No debe mostrarse lejano, enfadado o distante.

5.- Orgullo y prepotencia. No debe utilizar su posición como arma para conseguir resultados concretos. No debe creerse más importante que los demás.

6.- Crítica y autoritarismo. No debe temer, ni refugiarse bajo el mando de la autoridad. No es bueno tener estereotipos ni clasificar a las personas. Debe evitar criticar, juzgar o enfrentarse a los educandos.

7.- Ser interesado. No debe esperar gratificaciones, agradecimientos, ni recompensas por su labor.

8.- Proteccionismo. No debe tener sentimientos paternalistas que lo lleven a permitir todo. No debe moverle ni la compasión ni la lástima. No tiene que sentirse frustrado porque el educando se haya equivocado varias veces, sino ayudarlo a aprender de sus propios errores.

9.- Obsesión por el trabajo. No debe tener una tarea sin control, ni dedicar más horas de las necesarias a la planificación de las actividades.

El servicio de la animación de tiempo libre significa un compromiso por parte de la persona que lo vive. El líder de tiempo libre debe generar confianza por sus palabras y hechos, inspirados en unos derechos y deberes que guían su actuación y le dan sentido pleno y coherente, como los siguientes:

DEBERES

·         Cumplir su compromiso y ser fiel a su grupo, es decir, profundamente  responsable.

·         Estar al servicio del grupo y de sus miembros, a los que debe facilitar la autonomía.

·         Tener en cuenta los objetivos del grupo.

·         Saber replantearse a sí mismo desde una perspectiva dinámica.

·         Debe desarrollar un espíritu de búsqueda, de imaginación.

·         Ser responsable sin caer en la manipulación, buscar el equilibrio.

·         Es preferible que trabaje en equipo para evitar la soledad.
 
·         Debe comprometerse a hacer bien su labor.

DERECHOS

·         Al error y al no logro de algunos objetivos.

·         A las convicciones personales y a la vida privada.

·         A la participación y a la determinación de los objetivos y medios.

·         Al reposo, al descanso.

·         A la formación continua.

·         Al repartimiento de las responsabilidades y de las funciones.

·         A la libertad de expresión y de pensamiento.

MODELOS NEGATIVOS DE LÍDERES

·         Eoportunista.  Sólo se involucra en acciones que puedan favorecer su prestigio o su imagen.

·         El indeciso.  No sabe qué es lo que quiere y se deja llevar por las circunstancias y el momento.

·         El profesor. Es un sabelotodo. Se sirve de su función para ir dando lecciones a todo el mundo.

·         El rígido. Sólo actúa con el consentimiento y la aprobación de la autoridad competente.

·         El técnico. Busca eficacia mediante la metodología, desde su punto de vista.

·         El manipulador. Utiliza su posición para lograr que los demás piensen como él.

·         El estético.  Actúa porque le gusta que le observen y le escuchen sólo a él.

·         El desanimado. Tiene buena voluntad, pero se desanima con mucha facilidad.

·         El idealista. No analiza las personas y sus características, lucha por cambiar el mundo desde sueños imposibles y utopías irrealizables.

·         El compensado.  Busca el cariño y la compañía de los otros. Necesita sentirse reconocido para esconder su complejo de inferioridad.

·         El superlíder. Todo lo hace bien, nunca se equivoca y tiene razón en todo. Nadie le puede enseñar nada.

·         El ausente. Parece que no está, nunca da su opinión a cerca de los temas que se traten. Siempre está en otras cosas.

·         El colega. Se pone siempre a favor de los demás para caer bien sin analizar si tienen razón o no. Les permite cualquier cosa por evitar enfados y enfrentamientos.

·         El infantil. Participa de las actividades como si fuera un niño. Las prepara a su antojo y preferencia.

FUNCIONES DEL LÍDER DE TIEMPO LIBRE RESPETO DEL GRUPO

·          Promover la cohesión del grupo

·          No tener preferencias entre los/as integrantes de éste.

·          Facilitar la interacción para que todos/as se sientan iguales.

·          No ser ni súper activo ni pasivo, deja que el grupo se organice por sí mismo, según sus propias preferencias.

·          Expresar sus sentimientos, pensamientos y opiniones acerca del grupo.

·          Estar atento a la participación de los/as miembros del grupo en los distintos procesos que desarrolle éste.

·          Preparar ejercicios para resolver los conflictos que puedan presentarse en el equipo.

·          Promover la tolerancia y la aceptación mutua entre los/s  miembros del grupo.

·         Favorecer un clima de confianza, donde se pueda intercambiar pensamientos y sentimientos diversos.

-Hasta la próxima…volveré sobre el tema-